sábado, 2 de junio de 2012
Ocaripino.
Es importante que sepas que eres mi paz; que mi tranquilidad se encuentra en tu espalda y mi felicidad en tus manos. Deberías saber que el nerviosismo que a veces me provocas acaba con mi esmalte de uñas y me hace romper bolígrafos. Que vale la pena esperar días por estar unas horas a tu lado. Que no me busquen, cancelo cualquier plan si se trata de dedicarme a observarte, sin prisas y sin pensar en el final. El arte de mirarte y la dificultad de estar días sin tocarte. Y más que importante, es necesario saber que piensas en mí, al acostarte. Debes saber de mi habilidad por buscar soluciones y de mi imposibilidad de aplicármelas. Pero es imposible ganar sin jugar y llegar sin arriesgarse. Voy a soñar con tenerte cerca cada día y olvidarnos de las despedidas. Buenos días.
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