martes, 12 de julio de 2011

Que nadie se de cuenta de que sueles trasnochar.

Lléname la vida de mil cosas bonitas, líbrame de mis problemas, y haz que olvide por un momento que es su sangre la que corre por mi tripa. Luego, si quieres, vete, pero no olvides regresar.


En la suite de lujo del piso 32 se hacían garabatos, ya no.


Charlot.

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