
Que cada día te atrapa la sensibilidad, que ha hecho buenas migas con la soledad, y tienen fuerza para girar a su antojo esta montaña rusa llamada C. Ritmo de vida arítmico. Y sí, yo también lo estoy notando, no quiero que pase pero va a pasar. Ni que fuera nueva. "Pero aquí queda esto, y sea de su suerte lo que fuere" dice el final de un libro, mientras suena cierta canción de unos locos, llamada por ti, una más de esas tantas que me pueden. Que yo antes me imponía las lágrimas; ahora forman parte de mi día a día, sin quererlo.
Tengo una carta empezada, la cual no tengo intención de terminar y mucho menos de entregar. Solo estoy al día en dejarlo todo para luego, cuanto más tarde, mejor. Mi fingida lucha por evitar que tu no-sonrisa se pronuncie más. Buscando abrazar la oscuridad.
Por los recuerdos y el remordimiento vienen la culpa y la resignación. No le des importancia a nada, puede que te joda la vida, y si no, lo harás tú sola. El perderte a ti por no saber vivir. Entiendo que el miedo te venció. No hubo agallas de coger todo eso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario