domingo, 29 de julio de 2012

Cuando se olvidan las cicatrices.

Perdona si te llamo amor, si te hago rabiar o si voy demasiado rápido. Discúlpame. Por esperar que te quieras y me quieras, por las palabras bonitas y por decir lo que pienso. Por tenerte como primer pensamiento del día, por querer que seas tú, por admirarte y adorar tus gestos. Por los bailes, los abrazos, por cantar tan sumamente mal. Por querer conocerte. Por comparar tus ojos con Escocia. Por venir a salvarte sin capa ni antifaz. Quizás olerte el pelo, ponerme celosa y hablarle de ti a mis amigas no era lo más apropiado. Disculpa si saco lo mejor de mí para estar contigo pero quiero que veas que desde el faro la vida sí puede ser bonita. Olvida los momentos en los que intentaba ayudarte y solucionar tus problemas. Perdona si te llamo amor pero te confieso que me gusta llamar a las cosas por su nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario