¿Qué haces en mi vida?
Al menos das por hecho que hago algo, eso me gusta. Mi plan era romper. Planes, esquemas, bolígrafos...Corazones y sin razones. Rutinas.
¿Quién te manda?
Tú. Tú me quieres. Organizamos nuestra vida meticulosamente con el deseo de que alguien venga a romperlo y desestabilizarlo todo. Te he cambiado las risas post-orgasmo del cajón de las bragas a la carpeta de la facultad, por si no las encuentras.
¿Dónde has leído que necesito que me saques de aquí?
En tus manos temblorosas que no paran de recoger los mechones de pelo suelto tras las orejas. En como miras a las personas, sin observarlas ni escucharlas. En tu estado inerte, en tu conformismo descuidado y tu imposibilidad para pedir ayuda. Tu sonrisa triste me lo grita.
¿Desde cuándo nos conocemos?
Éste me parece el mejor momento.
¿Por qué me siento tan tuya, siendo tú tan poco de tener algo?
Quizás lo has sido siempre. Mira la hache que forman los surcos de la palma de tu mano. Adivina por qué letra empieza mi nombre...
¿Cómo es que seguimos siendo dos y sigo alargando esta pregunta esperando que no me respondas porque ya estemos tan fundidos como el chocolate y la mantequilla en mi tarta preferida (?)
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