domingo, 8 de diciembre de 2013

El significado de bajarse de la moto.

Se ha derramado la conciencia atónita del presente y me he encontrado 320 pasos por delante en el calendario. Cuando solo nos quedaba una vida que componer en compañía y ésto era ya ambiciosamente suficiente.

Allí estaba ella, o su reflejo inequívoco, con el pelo más largo y más marcas. Cargaba con los resultados de su autopsia sexual y con el miedo a abrirlos por la certeza de lo que allí encontraría: todas las carencias de su piel. Como no es para menos, los inacabables documentos se concluirían con las recomendaciones del doctor, que si déjese querer más, que si el flanco izquierdo de su espalda lleva seis meses sin ser mordido, que si ahora usas ese cacao sabor plástico a falta de lengua extranjera que le humedezca los labios, que si tal, que si riera más segregaría mayores cantidades de oxitocina...

Y cómo explicarle a este señor en consulta que el antídoto contra mi desamoralidad  se ha sumergido en agujeros de gusano para no tener que volver a aguantarme la mirada. Bien, Dr., redacte mi acta de defunción si lo cree conveniente. ¿Qué me dice a mí? Tuvimos tiempo de desgarrarnos el corazón...y en cuanto al alma...Y sus ojos, yo que sé. cuando me miraba...quiero creer que había algo más que mi propio reflejo. O bueno, quizá fuera una de esas coincidencias que los lógicos abominan y los poetas aman.



Solo puedo jugar con las palabras.
Solo las palabras quieren jugar conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario