jueves, 2 de junio de 2016

Sigue volando, sigue volando

"Libertad significa el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír."   George Orwell

 



Iba a empezar diciendo que hoy ya sí eres periodista, pero estarás conmigo en que es más bien algo innato; ya se nace con la necesidad de contar lo que ocurre en el mundo cuando nadie mira, cuando cruzamos las esquinas o cuando nos ponemos las gafas de color de rosa y nos tiramos en el sofá de nuestra adorable zona de confort. Y muy poquitas personas se atreven a ello (no les culpo), la valentía se cobra vidas a cada rato. Por eso, mañana estarás rodeada de muchos graduados en Periodismo pero solo de unos cuantos periodistas. Lo que hoy empieza no es solo una profesión, es una forma de vida. Ni la mejor ni la peor, la tuya, la que has elegido y la que te diferencia.

Te diferencia porque es clara y limpia como tú (o debe serlo, en teoría).
De pequeña yo quería ser periodista, reportera concretamente. Estaba decidida. Hoy creo que lo que me gustaba es ver cuánto viajaban los reporteros. Suerte para el periodismo que descubrí mi vocación oculta y dejé que fuesen otros más voraces y menos utópicos los que trabajaran en pos de la verdad.

Después de un segundo de bachillerato con más penas que glorias, quién te iba a decir que al elegir profesión en la abandonada y nostálgica Cartuja, cambiarías no solo el curso de tu vida, sino también el mío. Necesitabas volar más alto, hablarle a otras caras, aprender. Después de algunos años juntas, fue cuando nos alejamos cuando pude conocerte hasta donde tu bondad me dejase. A ti, a Diego, a Rubén, a Laura,... En fin, esas personas con las que he reído y vivido tan intensamente que conforman parte importante de lo que soy hoy. No puedo negar, pues, que hoy también acaba algo minúsculo en mí.

Mi niña, vive el día de mañana con ganas, disfruta y comparte. Después ya veremos, tú no te preocupes. Y coge fuerzas para el último empujón.

No te va a dar consejos alguien que no tiene ni para sí misma. Pero si me permites te pido unos favores para el presente y el futuro:

-Que no te engañen las despedidas, tu formación no acaba aquí. Es decir, no acaba nunca, es constante. Sé una esponja, no te canses ni dejes que te cansen, aprende como si fueses a vivir toda la vida. Vive cada experiencia como un aprendizaje para ser jodidamente mejor.

-Escribe, escribe, escriiiiibeee, como si te fuera la vida en ello, porque de hecho te va la vida en ello. Escribe en sucio y pásalo a limpio. Escribe en el móvil, en la mesa, en las paredes abandonadas y en tu mente. Escribe lo que crees que sirve y lo que crees que no, escríbelo también. Escribe y enséñaselo al mundo. Busca la manera.

-Te van a aconsejar que para esta profesión te hace falta más maldad; van a querer enturbiarte, ennegrecerte. Ni puto caso, por favor. El mundo te necesita a ti, haciéndolo como lo haces, sin dañar espíritus.

-Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde. Si algún día el periodismo no te hace vibrar, no pasa nada, nadie dijo que la pasión es imperecedera y las batallas perdidas son las que ni se intentan.




¡Qué nervios!
El futuro ya se asoma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario